¡Oh brasil!
Aunque es el país con más extensión en américa del sur, el
consumo per cápita de los brasileños es muy bajo aunque su cultura vitinícola va en aumento
gracias a que está en una latitud ideal para poder elaborar grandes vinos.
La uva llegó a territorio brasileño en el año de 1532
gracias a Martín Alfonso de Souza.
El apogeo se dio entre los años de 1839 a 1845 en la Región
de Río Grande do Sul, gracias a las inmigraciones de italianos que trajeron la
cultura completa en sí.
Durante un tiempo el gobierno portugués (cabe mencionar que
Brasil es una colonia portuguesa), solo aceptaba el comercio del oporto y la
madeira.
Al mismo tiempo las órdenes religiosas encargadas de
colonizar en el territorio, no se apegaron a las leyes del gobierno y
produjeron vino exclusivo para su culto, el padre jesuita Roque González de
Santa Cruz llevó las prácticas de cultivación de la vid a la región de Missoses.
En el año de 1911, surgió una sociedad cooperativa para
plantar viñedos con las varietales Cabernet Sauvignon, Merlot, Riesling,
Barbera y Trebbiano en el municipio de Flores da Cunha.
Hasta el año de 1970 se hace conciencia sobre la elaboración
de vinos con mayor calidad, con ello vine el uso de nuevas tecnologías donde se
impulsa la creación de varietales híbridas.
Los vinos más producidos en Brasil son los de varietales
tintas, sin embargo, los mejores vinos brasileños son los de varietales blancas.
En el año 2012 se hizo un estudio del consumo per cápita dando como resultado
2.7 lts por habitante durante un año.
El clima en Brasil, varía de el cálido ecuatorial con
temperaturas de 25°C en el amazonas; el clima subtropical en el sur con climas
inferiores a los 10°C donde existe 65 000 hectáreas de viñedos, cifra que
posiblemente ha aumentado en los últimos años.
Brasil está dividido en 3
regiones de producción sobre las que te hablaremos en otra entrega.
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