martes, 9 de febrero de 2016

¿Y si nos bebemos el tango? (Argentina, tango y vino)

¿Y si nos bebemos el tango? (Argentina, tango y vino)


El vino y el tango ocupan un lugar muy importante en Argentina, tanto que son el emblema actual del país. Muchos consideran a esta mancuerna inseparable de tal forma que se puede ver al tango como el espíritu y al vino como el cuerpo, uno al otro se necesitan y uno al otro se complementan.


Ambas partes provienen de la inmigración de países Europeos; por una parte  el vino  llega a las tierras Argentinas con inmigrantes entre 1579 y 1575 (Forgia.M., 2016), aportando  características diferentes gracias al terruño de la zona, aumentado así su aceptación en la población. Por  otra parte el tango  también nació de la llegada de inmigrantes y se dice que quizá tenga raíces negras; este de hecho en sus inicios se bailaba de una manera arrabalera y que con el paso de los años se transformó en lo que es en la actualidad.

Fotografía: Hugo Borges

El tango solo se veía en hombres en pulperías y cantinas, pero las mujeres se comenzaron a integrar en los lugares que eran mejor conocidos como “no santos” y se ¡armo la milonga! , pero en aquella época se consideraba un baile muy vulgar que juntaba a dos cuerpos al compás de 2 por 4 (Forgia.M., 2016).

Así como el vino tomaba su camino en Mendoza, también se metía en las letras tangueras, que comenzaron a plasmar nostalgia, tradición, amor, desamor, la soledad y el clamor del pueblo. El tango se tornaba con un toque social, pues  el vino era un acompañante común y se bebía en cualquier parte, como las cantinas o bares.

Fotografía: Hugo Borges

Los pioneros y grandes en el vino, fueron grupos familiares que tenían un origen lejos del País como  los Arizu (hoy Luigi Bosca), los Rutini (Bodega La Rural), Catena (Bodegas Esmeralda – Catena Zapata), Bianchi (Bodegas Casa Bianchi), Canale (Bodega Humberto Canale), Suter (Bodega Suter), Goyenechea (Bodega Goyenechea),  López (Bodega López), y en Salta los Etchart (Bodega Etchart, hoy en manos de la multinacional Pernod Ricard y fundadores de la actual San Pedro de Yacochuya)(andes, 2009). Lugares en donde sonaban desde  1920  canciones que se volverían inmortales para Argentina y que los distinguirían ante todo el Mundo, como: Mi noche Triste, el tango de Pascual Contursi, que lloraba “para mí ya no hay consuelo / y por eso me encurdelo / pa'olvidarme de tu amor” (andes, 2009) entre otras .
A partir de aquí el vino dejo de ser solo el acompañante del mal de amores, para también acompañar a la de celebración, dando como resultado el emblema de arte y pasión.

Fotografía: Hugo Borges




Fuentes de Información


La Forgia, M. (2016). Vinos&Co. Recuperado el 07 de Febrero de 2016, de http://vinosyco.com.ar/index.php/protagonistas/190-dos-simbolos-argentinos-tango-y-vino
SN. (18 de Septiembre de 2009). Los Andes. Recuperado el 07 de Febrero de 2016, de http://archivo.losandes.com.ar/notas/2009/9/18/gu%C3%ADa-446663.asp

Escrito por:
Azuara Calderón Yolanda
Mendoza Burgos Ricardo Daniel
Pacheco Villanueva Karla



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3 comentarios :

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Precioso, el baile es un arte que sólo se compara con el vino, me encantaría publiquéis algo sobre el flamenco y el vino en españa.
    <3 <3 <3

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    Respuestas
    1. Por supuesto, sería una nota muy interesante. De eso trata el blog, poder hacer la apreciación más grande posible de todos los aspectos del vino, no sólo los técnicos sino también los artísticos.
      Un saludo.

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